Baila, baila
con el bailarín del cielo,
el que con un paso
construye un mundo
y con el otro lo destruye
sin detenerse nunca,
el que teje y desteje
nuestros sueños
con ángeles y monstruos
y un día
nos hace dichosos
y al siguiente
nos envuelve en amargura,
baila, baila
al ritmo del maestro
y quizá llegue el momento
en que seas tú
el maestro de la danza. |